El verano es tiempo por excelencia para pasarlo juntos y en familia. Es por ello que hay que conjugar los intereses de grandes y pequeños, y alternando los deseos de unos y otros se consigue, y lo sé por experiencia propia, vivir experiencias que nos sirvan para recordar buenos momentos cuando volvamos a la rutina. Os propongo algún plan para hacer con los niños y disfrutar todos.
Si os gusta el senderismo, podéis hacer la Senda Canal de las Tejeras, una ruta fluvial bastante accesible para todos. Se encuentra en Somahoz, muy cerca de los Corrales de Buelna, en la salida 168 de la A-67. Durante todo el recorrido, se cruza el rio unas seis veces, mediante pasos de piedra. Avellanos, acebos, robles y un hayedo son los árboles que nos acompañarán durante el camino. La ruta de unos 5 kilómetros no tiene pérdida puesto que sigue el trazado del río. Si quieres más información de esta opción, puedes consultar en cantabria con niños y tendrás una descripción detallada.
En esta entrada del blog nos referimos a otra ruta espectacular: el Bosque de las Sequoias, muy cerquita de Cabezón de la Sal, con distintos recorridos para adaptarlo a las características de los peques.
¿No os parece divertido perderse en un laberinto? Es lo que nos ofrece el Laberinto de Villapresente, en el que las mascotas están permitidas si van con correa. Es un entramado de cipreses de más de 5 km de pasillos inspirados en los laberintos ingleses de los siglos XVIII y XIX. Las reseñas de google no dejan lugar a dudas de su popularidad.
En los días de lluvia podemos hacer planes a cubierto. La Cueva del Soplao es denominada por algunos "La Capilla Sixtina" de la geología, por sus concreciones excéntricas con helíctitas (estatalactitas excéntricas que desafían la gravedad) y draperies (sábanas
traslúcidas colgando del techo) que alberga en su interior. Se ubica en la Sierra de Arnero, cerca del pueblo de Rábago. La ruta es de una hora de duración, muy accesible para niños o personas con discapacidad y te facilitan casco y botas de agua. Si eres más aventurero, hay una otra alternativa de dos horas y media. La ambientación de luces y sonido hacen la visita imprescindible.
Otro sitio que hará las delicias de los más pequeños es el Museo del Barquillero en Santillana del Mar. En otro post ya comenté lo que se podía ver en Santillana de Mar. Pues si andas por ahí, el museo puede atraer la atención de los más golosos y conocer cómo se elaboraban esos dulces que mantenemos en nuestra memoria los que no somos tan jóvenes.
Por último, os recomiendo la visita a la Granja Cudaña donde podréis visitar a los animales, incluso darle el biberón a un ternerito o participar en un taller de elaboración del queso. Ubicada en Labarces, os explicarán en qué consiste el protocolo "Cow comfort" y veréis cómo conjugan los cuidados ancestrales con la tecnología punta.
Como podéis ver, Cantabria no deja de sorprendernos y de ofrecerse como un destino turístico apto para todas las edades.
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